La culpa es de Internet.
La culpa es de la competencia.
La culpa es del gobierno…
¿Hace mucho que no te miras el ombligo?
Yo tengo claro que la culpa de que mi negocio consiga mejores o peores resultados es mía y solo mía.
Las reglas están ahí para todos, si unos las aprovechan mejor que tú, no es culpa de nadie, solo tuya.
Haz este ejercicio:
Entra en Google y busca «Abogados Madrid»
Mira los resultados con detenimiento, entra en algunas de las páginas web que aparecen:
Resultado 1: «Abogados expertos en Familia, Herencia, Penal y Civil…»
Resultado 2: «Despacho de expertos en Madrid, ayudar a nuestros clientes es nuestra pasión…»
Resultado 3: «Nuestro despacho de abogados presta servicios jurídicos a empresas y particulares en Madrid…»
Estos textos son reales, y leyéndolos llego a la siguiente conclusión:
«De todo saben y de nada entienden»
Yo sé que quieres atender a todos los clientes posibles, pero si no te especializas eres otro más, pasas desapercibido.
No sé si alguna vez has necesitado un abogado, pero cuando lo necesitas no quieres un «manitas» que sepa de todo, buscas a un experto en tu problema.
Luego están los textos románticos: «ayudar a nuestros clientes es nuestra pasión»
¿Qué significa esto?, ¿no me cobrarán si los contrato?
Y por último los que son tan generalistas que no sabes ni por dónde cogerlos: «prestamos servicios jurídicos a particulares y a empresas».
Menos mal que filtran un poco poniendo solo «servicios jurídicos», pero… ¿hay alguien que no sea un particular o una empresa?
Pues ahí los tienes, ayudando a todos, con mucha pasión.
Eso sí, la culpa de que no consigas resultados es de Internet, de la competencia o del gobierno… tuya no, tú lo haces genial.
Existen miles de personas que necesitan tus productos o tus servicios, pero se lo estás poniendo muy difícil para que puedan elegirte.
He puesto este ejemplo de abogados, pero si quieres prueba a buscar clínica dental en Madrid, o tienda de lo que sea… y verás como todo es más de lo mismo.
Mírate el ombligo, analiza como te estás diferenciando, piensa de forma sincera si eres la mejor opción para los que buscan a alguien como tú.
Que tú sepas que eres la mejor opción no es suficiente, tienes que saber contarlo para que tus potenciales clientes se den cuenta.
No se lo pongas difícil a tus clientes.
Si no quieres que te ayude, no contactes conmigo, sigue a lo tuyo, pensando que la culpa es de los demás, que tú lo tienes todo controlado.
Pero, si quieres que te ayude, escribe un email a este correo hola@jesusblanco.com, contacta conmigo, háblame sobre tu negocio y lo que necesitas, seguro que puedo ayudarte.